Mientras
la existencia se esfuma en el redil de los días, existen temperamentos curiosos
que reverberan cualquier tarde otoñal. De una sensibilidad sigilosa y
fantasmal, esta novelita espejea las ausencias que habitan escondidas en las
cuevas de los recuerdos más difusos. ¿Qué tanto es verdad lo que me cuento?
¿Habrá sido solo un sueño? ¿El mundo será más tratable si lo imagino? ¿En
verdad existo? Caballo fantasma arroja
la primera piedra y se esconde en la espesura de un bosque que podemos
reconocer si miramos hacia dentro de nuestros silencios. Sus letras provocan un
mosaico de sentimientos de alto espectro y en otros parajes se estaciona en
sensaciones de orfandad infinita. Desde el silencio, la cautela, la paciencia,
la transparencia, las referencias literarias que se agradecen, la actitud
confesional y los parajes de un universo imaginado, su lectura cala hondo: reflexionando sobre los que ya no están, los
amores recorridos y extraviados, la familia y su condición, los lazos de
amistad que pensamos serían permanentes. Todo esto confeccionado de una forma
brutalmente delicada y excepcional. Me
aventuro a decir que al surcar sus páginas un mundo fantasmagórico cobra vida y
cada quien galopa las circunstancias de la existencia en un caballo como
símbolo permanente.
martes, 6 de octubre de 2020
En busca de las ausencias
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